Reseñeando

Amantes
Jean Marc Barr

Una librería, el arte como pretexto, un yugoslavo y una francesa se encuentran en un frío París. Gága y Jean, lluvia de momentos y contrastes entre lo artístico y la cotidianidad de la vida. Formas de pensar diferentes, el idioma francés y el serbio no les sirva para expresar su amor pues ninguno lo entiende, así que es el inglés el que permite que esta pareja se comunique.
Sin embargo la vida no es sólo poesía, y en esta película número cinco del Dogma 95, la realidad no podía dejarse de presentar con la cara de la policía francesa que descubre que él no tiene papeles y le dan tres días para irse a su país.
Jean, como toda una mujer de reglas, busca abogados conocidos que le den opciones para arreglar la situación de su amado, sin embargo no las hay, la única opción es que Gága regresé a su país y renueve la visa. El pintor seguro de que no podrá regresar decide no irse y es así como su amor empieza a vivir una serie de cambios drásticos como el tener que esconderse al salir.
Gaga se muda al departamento de Jean para que no lo encuentren, la convivencia diaria, el poco interés del yugolsavo por ahorrar y cuidar la luz, hacen que Jean este cada vez más desconcertada con su actual situación además de que vive con la angustia de que un día Gága ya no regrese. Sin embargo su amor y las ganas de estar juntos parecen más importantes que todo.
Una mañana, tocan a la puerta, Gaga abre, le hablan en francés, él no entiende nada, Jean sale a ver quién es y se da cuenta que el sueño ha terminado. La policía francesa se lleva a Gaga, mientras Jean lo ve alejarse. Se ha ido, Jean vuelve al departamento, las escaleras del mismo, son ahora el único testigo de su amor.