Sunday, November 27, 2005

Miedo de mis ojos....

Hoy mis ojos no pudieron dormir, creo que estàn enojados
y cuando mis ojos se enojan tienden a mirar de una manera muy fea a todos.
No, No espera, mis ojos no estàn enojados, creo que mis ojos estàn desilusionados
y cuando mis ojos se desilusionan tienden a mirar sin mirar, como si vieran el vacìo
No, no espera, mis ojos no estàn desilusionados, creo que estàn trsites
y cuando mis ojos se ponene tristes tienden a mirar buscando respuestas
No, no espera mis ojos no estàn tristes, creo que estàn confundidos
Y cuando mis ojos se confunden tienden a mirar feo, a mirar sin mirar,
a mirar buscando respuestas y a tener ganas de ya no mirar

Wednesday, November 09, 2005

Sobre sueños...

Dormir es una de las acciones que más disfruto en esta vida, sin embargo a últimas fechas mis sueños no me han permitido tener un descanso ideal. ¿Qué son los sueños?, son representaciones de nuestros deseos, frustraciones o miedos. ¿Para qué soñamos?. La respuesta a estas preguntas no me ayudaría a calmar la ansiedad con la que despierto ni el temor a que mis sueños se hagan realidad, la única que puede tranquilizar mi mente soy yo.

Monday, October 24, 2005

Sobre llovizna

"...La llovizna después del almuerzo es siempre amarga..." al igual que la llovizna al salir del trabajo. El viento helado y húmedo roza mi nariz al caminar sobre la banqueta, mientras millones de automovilistas rozan con su mano el cláxon de sus vehículos, indicando su deseperación por llegar a un lugar. ¿Y para qué? afuera en el mundo la llovizna seguirá y no hay nada que hacer.

Monday, October 17, 2005

Y…¿después del destiempo?

Ya no estás en el pasado, ya no vives cargando dolores de las cosas que hiciste, ya no vives como si nada hubiera pasado y eres completamente consciente de que eres y son otros.
Eres completamente dueña de las decisiones presentes que irán forjando ahora si un futuro deseado, futuro que no debemos olvidar parte y se origina de nuestras vivencias y errores presentes.

Fuiste mucho tiempo un destiempo, ya no te reconoces como tal, pero y ahora ¿qué eres? ¿A dónde vas?

Tuesday, October 11, 2005

Del pasado que hoy no es presente....


Terminó, lo arruine todo y lo sigo arruinando, ya no seré nunca más tu mujer ni tu mi duende....Si buscas amor no me busques.....yo soy y seré la que no buscas....

Friday, October 07, 2005

¿Sigo en el Destiempo?

La ventaja de ser un destiempo es que uno no tiene que preocuparse por lo que pasa, de todos modos siempre se llega tarde a las situaciones y a las personas;los sentimientos pierden validez justo por el hecho de no haberse expresado con anterioridad, todo lo que se hace en el destiempo no tiene sentido y cuando se le encuentra, ya es demasiado tarde.
Pero qué ocurre cuando uno se reconoce destiempo, el simple hecho de reconocerse y de nombrarse como tal, pareciera ser una especie de "aviso de precaución", un "alerta", que provoca el pensamiento de las o la situación.
No lo sé y estoy confundida, lo que me parece es que estoy saliendo de los destiempos y eso me da miedo, puesto que ahora ya no se puede ser ingenua, esta vez ya no hay retorno, el destiempo se ha hecho consciente y de la consciencia ya no se pueden sacar los cosas, sólo de la inconsciencia se podría, pero hemos cruzado ese puente y con nuestro paso se ha roto....

Tuesday, October 04, 2005

Hechos

Nos hemos hecho mucho daño, he roto tus juguetes, me has dicho cosas feas, te he dicho y he hecho cosas feas, destruí tu mundo y el nuestro. Ante tanta destrucción hemos podido crecer, transformarnos y transformar nuestro andar por esta vida.
Hay tantas palabras dichas, tanto dolor y sobre todo y ante todo tanto amor.
Que hoy en medio de esta vida, me detengo a gritar nuestros nombres, a dejar que se los lleve el viento y que juege con ellos.

Tuesday, August 16, 2005

II

Cosimo camina por la calle, siempre que se siente así le da por ir a caminar a los parques y subirse a los columpios a pesar de que hay muchos columpios, en muchos parques que no son lo suficientemente grandes y en vez de sentarse, tiene que columpiarse parado.
Si todo en la vida fuera tan sencillo como columpiarse, las personas como Cosimo inventarían una y mil formas de hacerlo difícil y complicado, las cosas siempre son mucho más sencillas de lo que parecen.
Después de columpiarse decidió regresar de nuevo a su apartamento, nadie lo estará esperando, la luz del baño que dejó prendida al salir sigue encendida, los trastes sucios ya son más que los limpios y la cama sigue sin ser tendida.
Cosimo sube cada uno de los escalones del edificio con gran dificultad, cada escalón es tan pesado como el dolor que carga en el lado derecho de su espalda, cada día se encorva más.
Saca de la bolsa del pantalón la llave, abre la puerta y un olor a suciedad invade todo el pasillo, por lo que la vecina del 3 decide mejor pasar sin saludar y aguantando un poco la respiración.
Cosimo ni siquiera la voltea a ver, él ya no percibe este olor. Todo fuera como el mal olor de la casa de una persona, si las personas olieran según sus actos, seguramente no aguantaríamos ni nuestro propio olor. Afortunadamente en esta época moderna existen una gran cantidad de limpiadores, aromatizantes, perfumes y hasta neutralizadores de olores que hacen que ese tipo de cosas no nos preocupen ni tantito, con tal de oler bien, no nos importa nada. Siempre el cuerpo, lo externo, es por eso que Zaramago tiene razón al decir que somos nosotros los que pertenecemos a las imágenes y no ni NUNCA al revés.
Prende la televisión, bendito aparato rectangular que le ha permitido soportar e incluso disfrutar todo un fin de semana sin nada más que hacer que cambiar de un canal a otro. ¿Qué haríamos las personas que le temen a la soledad, sin programas estúpidos como Big Brother o la Academia?
Cosimo ya no tiene nada, no se dio cuenta que en realidad nunca tuvo nada, lo único que es nuestro en esta vida, es nuestro espíritu, el cuerpo se irá, las personas que están a nuestro lado también lo harán y si uno no enriquece, cuida y ama a su espíritu, éste tampoco estará con nosotros en nuestros últimos días, será como NUNCA haber vivido.
El teléfono suena, la indiferencia ante su sonido es tal que es la contestadora la que finalmente hace que se deje de escuchar su timbre.
- Cosimo, Hola Soy Ana, sabes, que odio dejar mensajes en estos aparatos, pero sólo quería recordarte que a pesar de todo y con todo estoy contigo. Estoy preocupada, no me gusta sentirte así. Bueno, llámame.
Cosimo sólo escucha el sonido de la voz, más no las palabras, toma el control del estereo, le pone play al compacto que uno de sus amigos olvidó y escucha la canción numero tres, sube el volumen cada vez más, esa canción nunca le gustó, ahora le hace ponerse de pie y bailar, es tan ridículamente alegre, tan simple, tan normal. Cosimo empieza a girar y a girar mientras la canción sigue, se termina y la vuelve a poner hasta terminar cansado llorando de nuevo en el piso de la estancia.
El frío de la madrugada lo levanta, se talla los ojos y se mete en su cama. Ya estando en ella no puede dormir, recuerda los últimos días que vivió con Anhela, ¿los vivió? O sólo fue un objeto presente en los últimos días de Anhela con él. Ella estaba tan llena de vida y él tan muerto que ninguno de los dos tuvo el valor de esperar al otro, ella en su vuelo a la vida, él en su retirada de ella.

Monday, August 01, 2005

I

Son las 6:00 de la mañana Cosimo se levanta con la misma promesa hecha a la imagen del espejo, se mete a bañar como si al hacerlo se quitara toda la carga de las cosas que ha hecho, ha decidido bañarse en la mañana y en la noche ante la imposibilidad de limpiar su espíritu, limpia ahora su cuerpo con tal ahínco que la piel de sus brazos y piernas ha quedado roja.
Sale del baño, se acurruca de nuevo en la cama y queda dormido hasta que el teléfono de tanto sonar lo despierta.
- Sí
- ¿Cosimo? ¿Estas bien?
- Sí, ¿Por qué?
- Son las 11 de la mañana y no has llegado a la oficina, estaba preocupada por ti.
Con esta ya son 3 veces en un mes.
- Mmmm, las once, me quedé dormido...
- Otra vez, qué es lo que te está pasando
- No empieces otra vez con eso Ana, ya te dije que estoy bien
- Sí, lo sé, es sólo que en verdad me preocupas
- Y eso no sirve de nada, no te sirve a ti, no me sirve a mí y mucho menos a este
sentimiento que...... olvídalo ya voy para allá
- Ok. aquí te espero, hay muchas cosas por hacer.
Cuelga el auricular, mira la ventana y ve el cielo, el sol ya ha salido y el día se ve tan hermoso, le encantan los días con sol y viento, sin embargo y a pesar de que esta consciente de ello, hoy no ha podido disfrutar el viento en su cara.
Toma su chaqueta, ni siquiera se fija que lleva más de cuatro días con los mismos pantalones y con la misma camisa, lo único que ha cambiado es su rostro cada día más sin vida.
Bajar las escaleras del edificio, tomar un taxi en la avenida que lo lleve lo más pronto posible a su otro encierro, platicar con el señor taxista que de nuevo se le ha hecho tarde, que si hay tráfico, que la vida cada vez es más cara, que hay que dar gracias por tener una chamba de 9:00 a 6:00 que no te permite disfrutar de los días, pero si te da para tener tu departamentito y pagar los abonos de un comedor sin usar.
Subir las escaleras de la oficina, saludar y decir que nuevamente tuviste un percance, que sientes mucho llegar tarde y que ya no sucederá.
Abrir los ojos y ver las caras de tus compañeros de oficina, cada uno con sus propias frustraciones, con sus propios dolores y teniendo que trabajar, escondiéndose en computadoras y bajo trajes ridículos que lo único que hacen es recordarte que pronto te veras como ellos.
Cerrar los ojos un momento y darse cuenta que son las 2, hora del típico ritual de la comida, caminar con tu grupo de amigos hacia la comida corrida. Aguantar la mirada de Ana.
Entrar de nuevo a la oficina, revisar unos cuantos documentos y esperar a que las horas pasen, platicar sobre las enfermedades de los hijos, sobre las rutinas y los planes para vacaciones (no se dan cuenta que siempre son los mismos)
Salir de la oficina, sentir de nuevo el viento en la cara pero ahora sin sol. No es necesario tomar un taxi, no hay prisa, no hay ningún lugar al cual llegar. La rutina termina y empieza la vida...

Tuesday, February 01, 2005

Esa soy yo

I
El viento rozaba sus mejillas mientras observaba por última vez su cuarto de azotea, pensaba en todos esos momentos que habían hecho de ese lugar su refugio; ese cuarto fue su cómplice en varias etapas de su vida, desde su primera ilusión hasta las aventuras de copas con sus amigos y sus mujeres.
¿Cómo será la vida ahora que no tendrá su azotea para llorar? ¿En dónde se va a esconder cuando tenga miedo? ¿Por dónde se va a escapar?
¿Escapar?, al irse de la azotea ya no tendrá que escapar más, esa idea le daba vértigo, sin embargo no iba a cambiar de opinión se marchaba hoy, dejando en ese cuatro una parte de su personaje de vida.
Tomó la última caja y al salir del cuarto se percató que no había quitado el dibujo que tapaba el pequeño espejo del baño, tuvo miedo al acercarse al dibujo de su cara, lo quitó, vio su rostro reflejado en el espejo, por momentos le parecía más certera la imagen del dibujo que la que veía reflejado en el espejo, iba a descolgar el espejo para meterlo en la caja pero se dio cuenta que ese espejo reflejaría su vida en la azotea así que mejor decidió dejarlo.
Unas lágrimas salieron de sus ojos mientras bajaba la última caja de cosas, la llevó a la cajuela de su coche, la amontonó junto a las otras y sin mirar atrás arrancó para no volver nunca más como habitante de esa casa.
Regresaría es cierto, pues en esa casa viven sus padres y no quería dejar de verlos, regresaría pero ya no para simular que es parte de esa familia, que a pesar de ser la suya siempre le pareció lejana.
Su corazón palpitaba muy rápido, su cara estaba totalmente llena de ronchas y sus manos no dejaban de sudar sabía que si volteaba, el miedo lo obligaría a volver atrás, manejó sin dirección, todavía no estaba listo para llegar a lo que sería su nuevo hogar.
Se detuvo en un parque, corrió hacia los columpios y en uno de ellos se puso a llorar, lloró tanto que las mamás que mecían a sus hijos en lo columpios se alejaron murmurando que posiblemente era un loco.
Giovanni se mecía tan fuerte que parecía que su columpio iba a dar una vuelta completa, lloraba y cantaba: dubi dubi dubi du, dubi, dubi, dubi, du..
De pronto sintió que iba a caerse del columpio y abrió los ojos, se dio cuenta que era de noche y que ya no había nadie en el parque, el columpio por falta de impulso empezó a perder su fuerza y poco a poco se quedó casi estático. Giovanni se bajo y se dirigió hacia su coche.
Esta vez manejo directo al departamento, que estaba ubicado en una zona que por la estructura de sus casas y departamentos se podía apreciar que en una época fue de gente muy rica.
Las puertas del edificio eran de madera y muy grandes, entró y salió directamente a un enorme espacio que alguna vez fue una especie de jardín que era rodeado por todos los departamentos, el suyo era el número 11 y era el único que no tenía cortinas en las ventanas, lo que permitía ver el interior de casi todo el departamento.

II
La mayoría de sus cosas ya estaban fuera de las cajas sin embargo no estaban acomodadas, sólo estaban afuera como riéndose de Giovanni, que se encontraba acostado en un viejo tapete que pidió a su abuela, era la única cosa que había traído de su casa.
Estaba acostado viendo el techo cuando de pronto y sin querer vio que una hoja era movida por el viento que entraba por las ventanas, era la hoja del dibujo que estaba pegado a su espejo, la miró fijamente y recordó el momento en el que lo pintó, fue hace tres meses, había tenido una discusión con Merlina, él no podía explicarle porque sus miedos no le permitían saltar a la vida y de pronto se dio cuenta que Merlina no lo conocía, no lo había visto nunca como era, sólo podía ver lo que los miedos de Giovanni le dejaban ver, esa idea le dio tanto miedo, que mejor decidió quedarse callado, dejar que Merlina siguiera discutiendo mientras el tomaba las acuarelas y se empezaba a dibujar un gran tache en su boca, luego cubrió el resto de su rostro con acuarela amarrilla y dibujo una línea roja alrededor de sus ojos y en su nariz, la cual iba bajando hasta su pecho en donde hizo el dibujo de una pistola envuelta con unos iconos que representaban todos sus miedos.
Cuando terminó de dibujarse se dio cuenta que Merlina había colgado el teléfono, lo dejó descolgado, se acercó hacia el espejo y quedó tan aterrorizado de esa imagen que decidió reproducirla en una hoja para recordarse constantemente que la gente nunca lo iba a ver como era, porque sus miedos estaban atados a sus ojos y a su boca, se fijó que tal vez podría disparar la pistola que era envuelta por sus miedos y así podría matarlos, pero cómo hacerlo si sus miedos la envolvían tan bien que no se podía ver el gatillo, además si la dispara también perdería su boca y sus ojos, cómo vería sin ellos cubiertos de miedo, cómo saldrían sus palabras sin el miedo que las haga sonar, sería como despertar y darse cuenta que todo lo que fue nunca fue en realidad él, sino sus miedos.
Esa fue la primera vez que fue consciente y para no olvidarlo como le pasaba con tantas cosas que le dolían decidió colgarlo justo ahí en el espejo que vería todos los días al salir del baño.
Ahora la imagen ya no tenía espejo ya no estaba fija en la pared ahora se encontraba libre en el suelo del apartamento, se movía y cada movimiento tenue era como si un miedo se moviera para hacerse presente.
Giovanni podía reconocer que uno que otro icono ya no debía de estar en ese dibujo pues ya había podido romper ese miedo, sin embargo todavía había muchos que se hacían presentes y que estaban ocultos entre todas sus cosas que estaban regadas en el suelo.
Respiró hondamente, se levantó del tapete y buscó entre sus cosas las acuarelas, mientras las buscaba observó los cuadros que había pintado, siempre quiso aprender a dibujar paisajes y nunca pudo, siempre dibujaba montañas que parecían manchones de pintura sin forma, manchones que eran las perfectas representaciones de su inutilidad para pintar paisajes, para pintar su vida.
Por fin encontró las acuarelas, fue por un poco de agua al baño y al caminar hacia éste se dio cuenta que el baño era el único lugar en donde no podía ser visto por los vecinos que constantemente se asomaban por las ventanas para curiosear y conocer al nuevo habitante del apartamento 11.
Por esa razón se encerró en el baño, al cerrar la puerta notó que había una tina, decidió llenarla mientras comenzaba a dibujarse en el espejo, esta vez no dibujaba su cara sino dibujaba la cara que se reflejaba en el espejo.
Lo primero que dibujo fue su boca pero esta vez no estaba cerrada, la dibujo abierta, sonriendo, con una especie de lengua que salía y recorría su cuello, sus ojos los dibujo totalmente abiertos y de color morado, su nariz la dibujo muy grande y con unos ojos saliendo de sus fosas nasales, esta vez también se dibujo los oídos los cuales eran pequeños y su cabello lo dibujo de color rosa, dividido por dos colas en las cuales al final estaban amarradas dos cajitas de color azul.
Se miró y se asusto al darse cuenta que se había dibujado como una mujer, se alejó del dibujo que lo veía firmemente y se metió a la tina.
El agua de la tina estaba muy caliente, con el vapor el dibujo poco a poco se estaba desvaneciendo y solo quedaban rayas de colores hacia abajo, el rosa del cabello se mezclaba con el morado de los ojos y la boca ya no tenía forma, la lengua era ahora una mancha más desvaneciéndose.
Se quedó varias horas mirando este espectáculo de manchas mientras sentía como éstas recorrían su cuerpo. Salió del baño después de haber sentido que sus miedos se volvían mas livianos y comenzó a ordenar sus cosas para comenzar ahora si a pintar su propia vida.