Friday, January 11, 2008

De correos electrónicos pasados....

"Siempre que sea posible un paso más en cualquier sentido habrá que darlo, aunque esto signifique retar a todo y a todos, hay que darlo porque la vida empieza despúes de las decisiones, en los riesgos, en el peligro, en la incertidumbre de lo que es. Ahí donde el deseo no es utopía si no razón de ser"

El día fue bastante extraño, al salir de mi casa metí en mi bolsa, la caja de cigarros de Cuba que me regalaste con frijolotos adentro, quería que fuera la primera cosa mía que llega a mi nueva casa. Al llegar al departamento y empezar a pintar con Karla y su papá empecé a recordar muchas cosas, recordé cuando pintamos tu departamento y yo no sabía ni cómo pintar, al ver al papá de Karla mezclar los colores, me acordé cuando tu preparabas la pintura y yo pintaba la parte de abajo de la pared, mientras tu pintabas la de arriba, por unos momentos sentí que estabas ahí conmigo pintando, pero no era así no estás, así que por una extraña razón me rehuse a pintar las paredes, lo único que pinte fueron los marcos de las ventanas y las puertas, mientras lo hacía pensaba en lo que dirías si vieras lo mal y chueco que me estaban quedando, todo el día estuve distraída de hecho Karla me pregunto que si me pasaba algo, le dije que no, el tiempo paso y vinieron los primos de Karla a ayudarnos yo seguí pintando mientras pensaba en ti, pasaban cosas extrañas al principio fue sentirte tan cerca y luego conforme el día pasó, te sentí tan lejos como si hubieras sido un sueño y nunca hubieras existido, quería gritar como me sentía pero ni siquiera lo podía decir en palabras por lo que seguí pintando, cuando me di cuenta el día había terminado.
Toda la casa quedó pintada de un color amarillo pálido, los marcos y las puertas azules, quedó bien padre, estaba emocionada, mi casa está recien pintada y la pinte yo y............. me hubiera gustado que estuvieras aqui, ¿Víctor?, ¿estas?, ¿estoy?, ¿dónde?.
Al terminar de pintar nos fuimos, Karla con su hermano y yo tomé un pesero hacia la casa de mis padres, iba pasar primero a tu casa, pero tuve miedo, nostalgia, así que mejor pasaré mañana, llegue a mi casa y todo esta tan vacío, subo a lo que era mi cuarto, son como las 8:30 y me siento muy angustiada, acelerada, como si algo pasara y yo no sé que es.
Empiezo a empacar las cosas que me voy a llevar, mis peluches, mis libros, mis cuadros, mis notas, auch una de ellas no sale, es la que dice "Siempre que sea posible un paso más..." decidí no arrancarla y mientras guardaba mis cosas en cajas no deje de pensar en esas palabras, libere al espejo de la imagen que lo cubría y vi mi cara reflejarse en él, tuve miedo de verme ahi con esa cara hipoócrita , con esos ojos mustios, con esa boca mentirosa, y con tantas cosas que soy y me niego a ver..... decidí cerrar la puerta del baño y seguir empacando, son como las 11:00 y encuentro la vela de mazunte y las cenizas de las cartas que queme, tuve ganas de prender la vela, pero recordé que sólo las prenderíamos si estamos juntos así que salí y busqué una estrella, pensando que tu también la estarías viendo y le dije cosas que quiería que te dijiera, recordé noches con arena, mota y mar.
Seguí empacando y mi cuarto ahora está tan cambiado, faltan cosas ya casí todo está empacado, falta mi ropa, tengo ganas de hablarte, y es que por momentos no te siento, ahora que escribo no te siento, además me parece que mis palabras suenas huecas, ahora entiendo un poco lo que sirentes cuando me voy y tu te quedas, pues ahora que me quedo en el mundo que compartimos cotidianamente, me siento tan ajena......... te siento y no te siento, me siento y no me siento, no sé pasan cosas extrañas.
Tengo ganas de oir tu voz, marcaré a tu casa y escucharé el mensaje de tu contestadora: "no estoy ni estaré", es cierto no estás, hoy fuiste como un recuerdo de un muerto en mi día fue como si no hubieras existido nunca...

Un día de tantos...

Mi indigente sigue en las calles, creo que ya se volvió parte de la colonia. Un día de hace ya mucho, lo vi en el Oxxo comprando una Coca Cola y una dona, en lo que buscaba una servilleta decidí pagar su cuenta mientras pagaba unos cigarros en la caja y me fui, al salir me sentí contenta era mi pequeño acto psicomágico. Sin embargo la sensación de felicidad no duró lo suficiente al subirme al carro, me pregunté: ¿Y si la cajera le cobra de nuevo? ¿Sería capáz?
¿Y eso qué importa?