Mi indigente sigue en las calles, creo que ya se volvió parte de la colonia. Un día de hace ya mucho, lo vi en el Oxxo comprando una Coca Cola y una dona, en lo que buscaba una servilleta decidí pagar su cuenta mientras pagaba unos cigarros en la caja y me fui, al salir me sentí contenta era mi pequeño acto psicomágico. Sin embargo la sensación de felicidad no duró lo suficiente al subirme al carro, me pregunté: ¿Y si la cajera le cobra de nuevo? ¿Sería capáz?
¿Y eso qué importa?
Friday, January 11, 2008
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